Tú y sólo tú tienes el extraño poder de transformarme para que yo, pobre de mí, consiga escribir sin filtro. Sin cabeza,sin cerebro,sin filtro. Lo que plasmo en el papel que es para ti pasa directamente de mis tripas al fondo blanco para dejar de ser letras y convertirse en sentimientos ya imborrables,ahí están, quizá en un papel sí te los creas,quizá hoy no quieras saber leer. El hilo conductor es mi boli barato que no es merecedor de escribir tu nombre pero que es mío,es lo que tengo. Lo leo mientras lo escribo,y luego,y de aquí a un rato,y mañana...Pero un día ya no lo leeré más,quizá lea otros nombres,quizá ya ninguno. Es esto bueno?,quizá es fatal.
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